16/11/09

Reflexiones en una vida ¡¡NO DESPERDICIADA!!



¿cómo quisiera ser recordado? ¿En que quiero usar mi vida? ¿Deseo que esta mi vida cuente para algo? Son solo algunas de las preguntas que me he visto movido a responder en estos días.

Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.
Apóstol Pablo, Hechos 20:24

“Desperdiciamos nuestras vidas cuando no oramos, ni pensamos, ni soñamos, ni planificamos, ni trabajamos para magnificar a Dios en todas las esferas de la vida. Dios nos creo para esto: vivir nuestras vidas de modo que hagan que se vea mas la grandeza, la belleza y el infinito valor que El tiene en realidad”.
John Piper

Esta semana pasada aconteció un evento del cual no he podido hacer caso omiso. Como jóvenes, y mas en los tiempos en que nos ha tocado vivir, existe una tendencia en nosotros ha procurar darle propósito a nuestra existencia en esta corta vida. Si bien esta es una búsqueda que todo el mundo tiene, es mas marcado en nosotros los de poca edad hacerlo de una forma subjetiva y que bien podría ser considerada como necia y simple.


Hace unos dias me fue dada una lección basada en alguien a quien estimé mucho, pero esta lección fue dada por la maestra “muerte”, ¿alguna vez has sido enseñado o instruido por la muerte de alguien? Esta semana tome esa clase, el proceso fue doloroso y triste pero el final glorioso. Siendo de aquellos que desean que al final de sus días no tenga razones para decir: “He desperdiciado mi vida!!!!”, me ha sido presentado un ejemplo que vive aun en su muerte gritándome: “No la desperdicié!!!”.

He confirmado que el que gana su vida la perderá pero el que la pierde por causa de Cristo la ganará, he visto pasar ante mi el resultado de una vida para la cual el vivir fue Cristo y el morir ganancia, he visto el resultado de una vida que no fue estimada como valiosa para si misma con tal de acabar la carrera con gozo y el misterio recibido por el Señor Jesucristo. He visto reflejado en una corta vida que Dios es el ser mas glorioso que existe, que no vivir para el y su eterna gloria en este mundo es una locura, que El es mas estimable que muchos diplomas, trofeos, grados universitarios, medallas, dinero, fama, ropas caras, autos, etc. He visto una vida no desperdiciada pasar ante mi y mostrarse como ejemplo a seguir para mi mismo.
He visto una vida pasar ante mi y no decirme mas de lo mismo, que yo soy el centro o que yo soy el valioso o que tengo gran potencial, sino mas bien que El es infinitamente valioso y glorioso, que seria una insensatez y torpeza de mi parte estimar en algo mi juventud y mi vida para mi mismo y no para aquel que me amó y me salvó.

Sencillamente me ha hecho volver a concluir que el Dios de los cielos, el soberano Señor y rey es especialista en hacer salir alegrías de tristezas, ganancias de perdidas, bienes de lo que en nuestra debilidad podemos considerar como males, y es que cuando aprendemos a ver su gloria como nuestro tesoro, al verle a El glorificarse en nuestras aflicciones y tristezas, sencillamente podemos decir junto al salmista:

“Me hizo bien haber sido afligido, porque así llegué a conocer tus decretos”
Salmo 119:71

Cómo no desperdiciar mi vida, ha sido la gran lección de esta semana, Dios en su gracia me ha concedido participar de la teoría viendo el ejemplo de alguien que ha partido ya a su presencia, en lo adelante me toca la practica, ¿cuál será mi nota al final de mi vida? ¿aprobaré o me colgaré? Quiera el Señor concederme un corazón cautivado por su gloria, centrado en su cruz, y movido por su evangelio, de modo que todo lo que haga, diga o piense redunde para mostrar a otros su infinito valor, para que al final de mi vida, cuando El Señor quiera que sea, El sea visto como alguien digno de honor y gloria, no pido mas, de serme concedida tal gracia no hay razones para pensar que reprobaré, pues Dios habrá sido glorificado, mi alma satisfecha, su pueblo beneficiado y mi vida no desperdiciada.
Solo me resta decir por ahora, ¡Gracias Señor por tu gracia, mostrada, en los que por gracia has salvado, en sus vidas y sus muertes, gracias por añadir un nombre mas a la lista de hebreos 11, el museo de la fe, de donde puedo tomar ejemplo para mi mismo, y concédeme por amor de tu nombre una vida que cuente para tu gloria, esta será la única manera de usarla bien, esta será la única manera de no desperdiciarla!!!

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